San Pablo


“No fue menor el acierto de Suñol en el San Pablo. Representó de un modo bien humano la condición del Apóstol de las gentes, que era enérgico cuando censuraba los vicios y dulce cuando predicaba el amor. Como los escritores paganos en sus estatuas, tiene el Santo en ésta un volumen en la mano y una caja de ellos junto a sí. Tiene además la espada, su atributo. Mantiene el continente digno y severo; vuelva a un lado el barbado rostro con expresión que retrata la energía del carácter y aquel amor verdaderamente paternal, que sentía por la Humanidad , según demuestran sus epístolas. Hasta el plegado de los paños, que da un efecto algo picante de claro-oscuro, acusando el vigor del cuerpo que visten, responde al carácter del personaje.”

Jose Ramón Mélida